Marcelo Bielsa: Las historias desconocidas del "Loco" en Rosario
Nacido en una ciudad futbolizada y dividida entre Newell's y Central, el "Loco" dejó huellas en Rosario.
"Lo pasaba a buscar todos los días en mi Renault 12, a las siete de la mañana a su casa de la calle Moreno. Así fue en los tres años que estuvimos en el Instituto Superior de Educación Física. Y si era martes, siempre llevaba la revista El Gráfico".
Este relato corresponde a Marcelo Toquero, amigo de juventud de Marcelo Bielsa en Rosario, que junto al ex preparador físico de Colo Colo, Ariel Palena, y José Falabella conformaban un cuarteto inseparable con el ahora técnico.
"Andábamos todo el día juntos. Son muy lindos recuerdos. Incluso, cuando nos juntamos, el 'Cabezón' (por Bielsa) me dice que le cuente historias de esa época", dice el "Negro", como le dice el DT de la "Roja".
Si bien Rosario tiene más de un millón y medio de habitantes, se respiran aires provincianos. Los rosarinos, además, se enorgullecen por ser la cuna del "Negro" Fontanarrosa, el "Che" Guevara, Fito Páez, el "Negro" Olmedo... y Marcelo Bielsa.
Ciudad futbolizada como pocas en el mundo y polarizada a más no poder entre "Canallas" (así llaman a los hinchas de Rosario Central) y "Leprosos" (fanáticos de Newell's Old Boys), todos, sin excepción, ven al DT de la Selección como un ícono local.
"Soy socio de Central y odio cualquier cosa de la 'lepra muerta', pero acá estamos orgullosos de Bielsa. Es un técnico bárbaro, que penosamente los argentinos no lo supimos aprovechar", asegura Manuel Godoy, que recorre la ciudad con la bandera de Central en el vidrio delantero de su taxi.
Su vida en Rosario
Nacido en una familia de clase media alta, con padres abogados, Bielsa estudió en el colegio Sagrado Corazón.
"Es de una familia muy culta. De hecho, era considerado como la 'Oveja Negra', pero en buena. Nunca sintió ese drama. Eso sí, siempre tuvo claro que debía destacar", dice Toquero, quien agrega que "su personalidad está marcada por la seriedad de su madre y las locuras de su padre".
Desde pequeño quiso dedicarse al fútbol. "Pero como futbolista era malito", confiesa Carlos Alteri, con quien recorrió Argentina en un auto buscando jugadores para Newell's. "Era tal su obsesión, que un día llegamos a la una de la madrugada a la casa de Mauricio Pochettino para hablar con su madre y que se fuese a 'Ñuls' y no a Central", dice Alteri.
Era tanta su afición por este deporte, que una de sus primeras inversiones fue un quiosco al que llamó "Benevolenza". "Se lo compró por gusto a mediados de los 80. Nunca lo atendió, pero yo siempre le llevaba los diarios y las revistas a primera hora", recuerda el suplementero Juan Carlos Alvarez.
"Vivía a 10 cuadras de acá. En la mañana se venía caminando, tomaba unas revistas y se iba a un café. Luego se compró una (moto) Zanella 50 y se venía en ella al quiosco", añade Daniel de Pinto, a quien el "Loco" le vendió el quiosco el 2000.
Sus locuras
"Le decíamos 'Loco' y 'Cabezón'. Era muy impulsivo. Una vez estábamos comiendo un asado y le dije 'Che Cabezón, hoy juegan Ferro y Obras (en básquetbol)' ¿Sabés lo que hizo? Agarró el auto y nos fuimos a Buenos Aires… Dejamos el asado tirado y viajamos cuatro horas para ver el partido", rememora Toquero.
Reconocido como honesto y sencillo, sus cercanos sostienen que una de las cosas que más lo irritan son las injusticias.
"Aunque sean para su contra. En un ramo en pedagogía, teníamos que ir de campamento. A Marcelo no le gustaba mucho eso, por lo que se las ingenió y llevó un televisor para ver fútbol. El profesor se enteró y lo reprobó. El 'Cabezón' ni reclamó, pues consideraba justo el castigo", agrega el "Negro".
"Siempre le gustaron los desafíos. Como le gustaban mucho las comodidades, lo que más odiaba era el campamento. El último año era optativo y para molestarlo, lo propuse como administrador. El profesor le preguntó si aceptaba, entonces se paró y con su voz profunda (lo imita) dice: 'Profesor, para mí será todo un desafío", añade Toquero.
Su gran secreto
"Como persona es increíble. No sé cómo se enteró que me habían robado la moto con la que repartía los diarios. Me llamó y me dio la plata para que me comprara una nueva. Cosas como esas lo grafican cómo es", admite Juan Carlos Alvarez.
"Cada vez que puede ayudar lo hace de modo desinteresado. Es muy leal con sus amigos y con la gente que no lo es, simplemente no los toma en cuenta", reflexiona Toquero, quien agrega que "dicen que ha cambiado, pero siempre fue tímido. Nunca le gustó exponerse y fue de pocos amigos. La única diferencia es que ahora, se encerró más, como que se aisló".
Reconocido como obsesivo, su amigo cuenta uno de sus mayores secretos: "Ahora se viste siempre de buzo. Recuerdo que cuando le ganamos a Brasil en Buenos Aires por Eliminatorias (dirigiendo a Argentina), me dijo que lo hacía para sentirse siempre técnico, para estar siempre compenetrado con su rol, que en el fondo es su pasión". Cosas de "Loco".
Fuente: www.latercera.com
Este relato corresponde a Marcelo Toquero, amigo de juventud de Marcelo Bielsa en Rosario, que junto al ex preparador físico de Colo Colo, Ariel Palena, y José Falabella conformaban un cuarteto inseparable con el ahora técnico.
"Andábamos todo el día juntos. Son muy lindos recuerdos. Incluso, cuando nos juntamos, el 'Cabezón' (por Bielsa) me dice que le cuente historias de esa época", dice el "Negro", como le dice el DT de la "Roja".
Si bien Rosario tiene más de un millón y medio de habitantes, se respiran aires provincianos. Los rosarinos, además, se enorgullecen por ser la cuna del "Negro" Fontanarrosa, el "Che" Guevara, Fito Páez, el "Negro" Olmedo... y Marcelo Bielsa.
Ciudad futbolizada como pocas en el mundo y polarizada a más no poder entre "Canallas" (así llaman a los hinchas de Rosario Central) y "Leprosos" (fanáticos de Newell's Old Boys), todos, sin excepción, ven al DT de la Selección como un ícono local.
"Soy socio de Central y odio cualquier cosa de la 'lepra muerta', pero acá estamos orgullosos de Bielsa. Es un técnico bárbaro, que penosamente los argentinos no lo supimos aprovechar", asegura Manuel Godoy, que recorre la ciudad con la bandera de Central en el vidrio delantero de su taxi.
Su vida en Rosario
Nacido en una familia de clase media alta, con padres abogados, Bielsa estudió en el colegio Sagrado Corazón.
"Es de una familia muy culta. De hecho, era considerado como la 'Oveja Negra', pero en buena. Nunca sintió ese drama. Eso sí, siempre tuvo claro que debía destacar", dice Toquero, quien agrega que "su personalidad está marcada por la seriedad de su madre y las locuras de su padre".
Desde pequeño quiso dedicarse al fútbol. "Pero como futbolista era malito", confiesa Carlos Alteri, con quien recorrió Argentina en un auto buscando jugadores para Newell's. "Era tal su obsesión, que un día llegamos a la una de la madrugada a la casa de Mauricio Pochettino para hablar con su madre y que se fuese a 'Ñuls' y no a Central", dice Alteri.
Era tanta su afición por este deporte, que una de sus primeras inversiones fue un quiosco al que llamó "Benevolenza". "Se lo compró por gusto a mediados de los 80. Nunca lo atendió, pero yo siempre le llevaba los diarios y las revistas a primera hora", recuerda el suplementero Juan Carlos Alvarez.
"Vivía a 10 cuadras de acá. En la mañana se venía caminando, tomaba unas revistas y se iba a un café. Luego se compró una (moto) Zanella 50 y se venía en ella al quiosco", añade Daniel de Pinto, a quien el "Loco" le vendió el quiosco el 2000.
Sus locuras
"Le decíamos 'Loco' y 'Cabezón'. Era muy impulsivo. Una vez estábamos comiendo un asado y le dije 'Che Cabezón, hoy juegan Ferro y Obras (en básquetbol)' ¿Sabés lo que hizo? Agarró el auto y nos fuimos a Buenos Aires… Dejamos el asado tirado y viajamos cuatro horas para ver el partido", rememora Toquero.
Reconocido como honesto y sencillo, sus cercanos sostienen que una de las cosas que más lo irritan son las injusticias.
"Aunque sean para su contra. En un ramo en pedagogía, teníamos que ir de campamento. A Marcelo no le gustaba mucho eso, por lo que se las ingenió y llevó un televisor para ver fútbol. El profesor se enteró y lo reprobó. El 'Cabezón' ni reclamó, pues consideraba justo el castigo", agrega el "Negro".
"Siempre le gustaron los desafíos. Como le gustaban mucho las comodidades, lo que más odiaba era el campamento. El último año era optativo y para molestarlo, lo propuse como administrador. El profesor le preguntó si aceptaba, entonces se paró y con su voz profunda (lo imita) dice: 'Profesor, para mí será todo un desafío", añade Toquero.
Su gran secreto
"Como persona es increíble. No sé cómo se enteró que me habían robado la moto con la que repartía los diarios. Me llamó y me dio la plata para que me comprara una nueva. Cosas como esas lo grafican cómo es", admite Juan Carlos Alvarez.
"Cada vez que puede ayudar lo hace de modo desinteresado. Es muy leal con sus amigos y con la gente que no lo es, simplemente no los toma en cuenta", reflexiona Toquero, quien agrega que "dicen que ha cambiado, pero siempre fue tímido. Nunca le gustó exponerse y fue de pocos amigos. La única diferencia es que ahora, se encerró más, como que se aisló".
Reconocido como obsesivo, su amigo cuenta uno de sus mayores secretos: "Ahora se viste siempre de buzo. Recuerdo que cuando le ganamos a Brasil en Buenos Aires por Eliminatorias (dirigiendo a Argentina), me dijo que lo hacía para sentirse siempre técnico, para estar siempre compenetrado con su rol, que en el fondo es su pasión". Cosas de "Loco".
Fuente: www.latercera.com